Sin decir adiós

Me lo dijeron no lo creí
No podía ser cierto no podía ser verdad
Si apenas unos días y te había visto
En toda tu belleza en todo tu esplendor
Tu sonrisa suave y tu voz cadente
Resonaban en mi corazón
No podías haber sido tú que a tu corta edad
Dejaras esta vida que apenas te extendía
Los frutos del esfuerzo y de la madurez

Parecía una palabra lejana muy lejana
Sin significado sin condición
Me daba miedo oírlo
Huía de su eco corría tras de ti
Buscaba con anhelo quizá alguna excusa
Quizá algún error
No era soportable aquella soledad
Aquel latir de vida perdido entre la nada
Burlado en el ahora
Trocado todo a cambio a cambio del dolor
Dolor profundo y lento que esconde cual puñal
El grito dolorido el llanto reprimido
De aquel que tanto te ama con todo el corazón
Corazón del silencio corazón de hermandad

Porque mujer divina te has ido de este lado
Que no te concebimos ausente de esta vida
Que pena tormentosa
Pensar que en tus pasos jamas desandarás
Pensar que tu regreso se vuelve al espacio
Espacio e infinito como a tu retorno
La espera que se aleja cada día mas y más

Mas hoy el corazón ya casi desolado
No puede concebirte ya fuera de tu hogar
Y solo a Dios le imploro
Derrame en tu esencia toda su bondad
Recoja entre sus brazos
Tu alma dolorida tu alma infantil
Que al cielo alegre llegues
Cubierta de dulzura envuelta en su luz
Hermana de mi vida hermana de mi amor
Tan solo una seña tan solo una luz
Saber que aun existen saber que encontraré
Un alma primorosa
Envuelta en la belleza envuelta en la paz
Cuando este viejo corazón cansado de latir
Sin decir adiós
Me lo diga
17 MAY 91


Víctor García Muñoz